Espacio-tiempo para contagiar y compartir alegría y consciencia

martes, 28 de diciembre de 2010

INOCENCIA

En el fondo de ese amor,
bajo la vasta tienda de ese amor,
mientras él hablaba de su infancia
recobraba, también, la inocencia,
una inocencia mucho mayor que la primera
pues no brotaba de la ignorancia, del temor,
o de la neutralidad de la experiencia,
sino que nacía como un oro puro y refinado,
producto de muchas pruebas y selecciones,
del rechazo voluntario de las heces;
nacía, tras múltiples profanaciones,
del valor que emanaba de capas del ser
mucho más profundas, inaccesibles a la juventud.
Anais Nin
Imagen: Ojo de Nezahualcóyotl (Banco de México, 100 pesos)

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